Hablemos de… ludificación

La ludificación (o gamificación) es una estrategia por medio de la cual varios elementos lúdicos o relacionados a juegos son empleados para llevar a cabo actividades. Por lo general, se trata de tareas repetitivas que generan desgaste y que animan muy poco a quien las realiza por llevarlas a cabo, dado que no suelen estar asociadas a la creatividad ni a la actividad física.

Una de las razones principales por las que se usa la ludificación en el aprendizaje es debido a la dificultad de algunos temas por ser comprendidos. El juego logra desenmarañar ciertos conocimientos, presentándolos gradualmente a través de retos y que así el estudiante pueda comprender mejor los temas o la resolución de algún tipo de problema en particular.

¿Todo puede ser un juego?

La realidad es que no, hay algunos parámetros y límites para lo que se considera ludificación y el cómo debe ser implementada (reglas), lo que se quiere alcanzar con ello (objetivos) y en qué condiciones se plantea a los jugadores (escenario). Tengamos en cuenta que debe siempre ser un objetivo delimitado, deben existir alguna motivación o recompensa y un momento donde sea claro que ha finalizado una parte del juego (o su totalidad).

Vía Giphy.

Así, las dinámicas en las cuales se plantea la lúdica son específicas. Ya sea que se plantea un juego de preguntas y respuestas; la búsqueda de una información final a través de pistas; una colaboración entre diversas destrezas para conseguir un objetivo en común, todo ello forma parte de una estrategia continua y escalada por niveles para que el usuario (o jugador) se vea inmerso en esta experiencia y que resulte de disfrute para él o ella.

Ojo, no debe confundirse la ludificación con un concurso, por ejemplo, estas son estrategias distintas en mercadeo y que plantean un desarrollo muy diferente de experiencia con la marca: en un concurso no hay un esfuerzo continuo que desemboque en un resultado, sino que hay un tanto de azar, mientras que en el juego se trata del esfuerzo del jugador y de realizar acciones “correctas” para definir el resultado.

¿En qué me beneficia la ludificación?

1. Logras un cambio de comportamiento: cuando algún reto o problema se presenta de una manera compleja, lo mejor es dividir dicho problema en fases de resolución o cambiar el punto de vista. Si pensamos en resolver algo como un juego y con situaciones y personajes hipotéticos, de seguro habrá un cambio en cómo asumimos ese escenario y en la forma en cómo aprendemos a resolver esa situación.

2. Se desarrollan nuevas habilidades: la ludificación no solo se puede emplear para mejorar tu área de experticia, sino que puedes trabajar un nuevo conocimiento que no te sea tan familiar a partir de alguna actividad lúdica, por ejemplo, la aplicación de Duolingo funciona con recompensas y niveles de aprendizaje que te ayudarán a dominar un nuevo idioma, acercándote a los conocimientos básicos de otra lengua.

3. Provoca una conexión emocional: los juegos tienen un componente de motivación e incluso de adicción debido a la sensación satisfactoria que se alcanza consecuentemente al superar escenarios, desbloquear personajes, escenarios o niveles y por recibir recompensas.

4. Mejora el rendimiento laboral: hay algunas empresas que tienen establecidos software de ludificación para que los empleados cumplan con ciertas actividades. Por ejemplo, el llenado manual de una base de datos o el archivar datos o documentos en una matriz en la nube. Pueden acumularse puntos o definirse porcentajes de cumplimiento que lo hagan lucir como un empleado ejemplar, allí se refleja la conexión emocional.

5. Estimula el aprendizaje: sí, pareciera obvio a este punto, pero cuando estamos frente a un proceso de ludificación nos provoca aprender mucho más y el tema se vuelve parte de una situación divertida que debemos sobrellevar. Incluso se incrementa la sensación de reto que produce el problema o dificultad planteada.

6. Promueve la competitividad: cuando es el caso de que los usuarios compiten contra otros por lograr un reconocimiento, esto gesta que exista un nivel de deseo por querer ser el mejor en ciertas categorías o conocimientos. Por ejemplo, cuando ciertas puntuaciones (los tres primeros lugares) te permiten eximir un examen o la entrega de un trabajo escrito, ello te llevará a ser competitivo y lograr la calificación más alta.

7. Ayuda a la recordación de un contenido: cuando aprendemos a través de la ludificación se tiende a atesorar más ese conocimiento, se vuelve incluso un contenido al que los usuarios vuelven voluntariamente y que termina en recordación. Lo ideal es poder generar que el juego sea no solo entretenido sino con dificultad para que no sea un contenido que se pase fácilmente y se pueda obviar, incluso es mejor si tiene una profundidad, que escale por niveles y que se acumulen recompensas.

Tipos de juegos

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• Juegos de simulación de situaciones: se pueden simular empresas o situaciones, ya sea que estés planeando una consulta psicológica y se te presenten casos clínicos para resolver o que debas gestionar una empresa y debas hallar la solución a una situación particular para evitar un lío en la administración o gestión administrativa.

• Juegos de comprobación de conocimientos: pueden resultar los más sencillos y concretos, ya que se pueden comprobar conocimientos en tiempo real y validar en comparación con los compañeros cómo va la clase en general y si se ha comprendido determinado tema.

• Juegos de competencia: estos retan y estimulan a los estudiantes. Buscan que por medio de respuestas se genere una puntuación, se pueden integrar tareas adicionales para mayores puntos y se genera una ambición por el conocimiento (y por ganar el primer puesto).

• Juegos de rol: permiten jugar en equipo y que cada miembro aporte en la resolución de una búsqueda o de un objetivo en común, por ejemplo, resolver ejercicios de matemática o de macroeconomía. Puede ser un problema complejo y que cada miembro lleve a cabo una parte.

En el Poli incorporamos la ludificación dentro de nuestras actividades de evaluación continua en algunas de las materias que se dictan en el campus. Si quieres que se incorporen a alguna materia en particular puedes sugerirlo también a tu profesor y así motivamos la interacción para aprehender los contenidos de manera animada.

Elementos del juego

Para ludificar el aprendizaje se requiere que la dinámica en la que está inmerso el grupo de estudiantes dé “espacio al error”, es decir, que pueda afianzar sus conocimientos y tener la posibilidad de repetir o reiniciar la actividad, lo que genera confianza en el jugador. Otro elemento que usa la gamificación es la recompensa, ya que se espera un esfuerzo adicional de parte del estudiante cuando el juego o actividad entrega insignias o premios.

Al tener en cuenta la anterior dinámica, el tiempo es un elemento que agrega presión y motiva a los jugadores para el logro del objetivo de aprendizaje, al entregar beneficios o premios por cumplimiento de retos en el menor tiempo posible.  El jugador en este tipo de actividades debe tener claro en qué posición se encuentra, así que debe existir un ranking que permita visualizar su nivel y el de los demás grupos o jugadores. Así mismo, el progreso dentro del juego se debe direccionar según los niveles de aprendizaje que supone un nivel más complejo a medida que avanza.

La retroalimentación a los jugadores constituye otro de los elementos básicos; de ser posible, esta debe darse de forma inmediata, con el fin de informar si van camino de conseguir el objetivo de aprendizaje.  En gamificación también son usuales los retos o tableros sorpresa que contengan un nivel de dificultad superior y otorguen recompensas adicionales.

Tipos de jugadores

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Varios autores han clasificado los tipos de jugadores existentes de acuerdo con sus rasgos psicosociales. Para gamificar un proyecto que puede ser aplicado a un grupo de estudiantes, o en general para cualquier otro grupo de personas, se requiere diseñar retos o actividades que contemplen las preferencias de estos tipos jugadores:

• Socializadores: el interés principal de este jugador es relacionarse con otros y trabajar de forma colaborativa.

• Triunfadores: son el tipo de jugador que desea seguir las indicaciones para lograr los objetivos propuestos. Les gusta resolver los retos y generar resultados óptimos.

• Exploradores: se divierten al descubrir los diferentes juegos o retos, siempre quieren saber más y encontrar nuevos desafíos.

• Killers: este tipo de jugador desea sobresalir, ser el primero en el ranking. Su motivación es la competencia.