Los avances tecnológicos han permitido actualizar varios procesos que las personas realizan en su diario vivir. Uno de estos procesos es la facturación electrónica, la cual cuenta con la misma validez legal que la factura en papel y permite un ahorro en el procesamiento y gestión documental.

Entre sus múltiples beneficios se destaca el mejoramiento del servicio con relación a las devoluciones automáticas y da cierta practicidad en las declaraciones tributarias sugeridas. Así mismo, mantiene actualizada la información contable y tributaria sobre costos, deducciones, impuestos descontables, entre otros procesos.

Luego de una transformación en sus plataformas, desde el pasado mes de noviembre de 2020, la DIAN exige actualizar los sistemas de facturación para migrarlos a lo digital (Sistemas de Facturación Electrónica).

Para dar mayor explicación sobre este tema y cómo realizar el proceso d emigración, ponemos a disposición de los interesados la siguiente infografía.